viernes, 20 de abril de 2007

LAS MUERTES MÁS ESTÚPIDAS DE LA HISTORIA, LA PARCA SE CACHONDEA DE NOSOTROS...


Wendy Northcutt, una bióloga estadounidense que creó una página web que ya es toda una leyenda de la red. Se trata de www.darwinawards.com que, sin importar lo cruel que pueda sonar, premia, por votación popular, las que considera las muertes más estúpidas, bajo la consigna darwinista de que en la naturaleza los únicos que sobreviven son los seres más capaces y que quien muere de manera estúpida seguramente no era apto para superar las difíciles pruebas de la selección natural.
Los galardones son 'entregados' "en honor a Charles Darwin, el padre de la evolución, para conmemorar a todos aquellos que mejoran nuestra dotación genética, eliminando la suya propia". Entre quienes ya han ganado el premio se encuentra la increíble historia de un terrorista iraquí que envió una carta bomba con los datos del destinatario incompletos, pero con el remitente bien claro. La carta le fue devuelta y el olvidadizo hombre no dudó en abrirla y convertirse en víctima de su propio invento.

Aqui pongo una serie de ejemplos de personajes célebres:

Atila, rey de los hunos murió de una hemorragia nasal en su noche de bodas. En el 453 D.C, Atila se casó con una joven llamada Ildico. A pesar de su reputación en el campo de batalla, solía comer y beber poco en los grandes banquetes. En su noche de bodas, hizo una excepción comiendo mucho y emborrachándose. En un momento de la noche, su nariz empezó a sangrar pero estaba demasiado borracho para darse cuenta. Se ahogó en su propia sangre y fue encontrado muerto la mañana siguiente.

Tycho Brahe,un importante astronomo danés del siglo XVI. Su trabajo permitió a Isaac Newton llegar a la teoría de la gravedad.No llegó al baño a tiempo. En el siglo XVI, levantarse de la mesa antes de acabar de comer era considerado un insulto. Brahe, conocido por sus excesos con la bebida, tenía problemas de vejiga y en cierta ocasión se olvidó de pasar por el baño antes de sentarse en un banquete. Además, empeoró las cosas bebiendo demasiado, y fue demasiado educado para disculparse. Su vejiga finalmente explotó, matandolo lenta y dolorosamente durante 11 días.

Horace Wells,pionero en el uso de la anestesia en el siglo XIX. Usó anestesia para suicidarse. Mientras experimentaba con varios gases para conseguir anestesia, Wells se convirtió en un adicto al cloroformo y en 1848 fue arrestado por rociar dos prostitutas con acido sulfúrico. En una carta que escribió en prisión, culpó al cloroformo de sus problemas. Cuatro días después fue encontrado muerto en su celda. Se había anestesiado a él mismo con cloroformo y se había abierto el muslo con una cuchilla de afeitar.

Francis Bacon, una de las personas más influentes del siglo XVI. Político, filósofo, escritor y científico, incluso se rumoreó que había escrito algunas de las obras de Shakespeare, murió rellenando un pollo de nieve. Una tarde de 1625, Bacon estaba mirando una tormenta de nieve y pensó que la nieve podría conservar la carne como lo hacia la sal. Decidido a probarlo, compró un pollo en una aldea cercana, lo mató, y se quedó fuera de casa para ver como el pollo cubierto de nieve se congelaba. El pollo nunca se congeló pero Francis Bacon pilló una pulmonía que lo llevaría a la muerte.

Esquilo,escritor griego del 500 A.C. Muchos historiadores lo consideran el padre de las tragedias griegas. Un aguila dejó caer una tortuga en su cabeza. Según la leyenda, las aguilas cogían las tortugas y las abrían tirandolas contra las rocas. Una aguila confundió la cabeza de Esquilo con una piedra (era calvo) y le lanzó una tortuga.

Julien Offray de la Mettrie,físico y filósofo francés, uno de los primeros materialistas de la ilustración. Casanova relata en sus memorias que el médico filósofo muere de indigestión al comerse entero, a continuación de una copiosa cena, un paté de faisán con trufas, comida preparada por el cocinero del Rey en base a una cubierta de masa hojaldrada rellena de la carne picada del ave con un núcleo de trufas negras.

Harry Houdini,mago e ilusionista de origen húngaro.Retó a un universitario jugador de rudby a que le diera puñetazos en el abdomen en una noche de pubs y cervezas, argumentando que sabía controlar su cuerpo y que no sentiría dolor. Pero tenía principio de apendicitis y murió de una hemorragia al reventarle la apendice.

Plinio, el Viejo, naturalista, vio el Vesubio en actividad durante la erupción que arrasó Pompeya (en el 79 d.C.) y queriendo estudiar el fenómeno de cerca, no se conformó con huir y ponerse a salvo sino que se acercó y entre temblores de tierra, gases, humaredas y el pánico, murió de una crisis cardiaca.

Magallanes cuando le quedaba sólo una cuarta parte de su vuelta al mundo, cuando ya había pasado lo más difícil y surcado los mares desconocidos, cuando había encontrado la civilización, víveres y seguridad en Filipinas (1521), se metió por medio en un sencillo ajuste de cuentas entre dos insignificantes tribus indígenas y ahí acabó sus días.

La bailarina americana Isadora Duncan (1927) murió estrangulada por su bufanda que se había quedado enganchada entre los radios de la rueda de su coche.

El compositor Jean-Baptiste Lully estaba dirigiendo su orquesta marcando el ritmo con su batuta. En aquella época (1687) la batuta del director de orquesta era un pesado bastón con el que se golpeaba el suelo. En un fragmento difícil, Lully se enfadó tanto con sus músicos y golpeó el suelo con tanta furia que en su arrebato de cólera se golpeó el pie con el bastón, se le infectó, se le engangrenó y la broma lo llevó a la tumba.

El general americano Patton, cuyos tanques habían librado a Europa de los invasores nazis, un combatiente que se enfrentaba a la muerte, que había escapado a los ataques de los panzers mientras llevaba sus tropas de Sicilia a Elba, murió en un accidente de coche en el que no respetó la prioridad, con la guerra apenas acabada (1945).

La muerte del humorista francés Carette conmocionó a la sociedad francesa en su día (1966). Cuando acabó su carrera de actor secundario se quedó inválido por lo que no podía moverse del sillón de su casa. Un día se le cayó el cigarrillo de entre los labios y su ropa ardió. Paralizado, se murió abrasado vivo sin poder hacer el más mínimo movimiento para apagar el fuego.

El dramaturgo Tennessee Williams murió en 1983 al tragarse el tapón de un tubo de medicamentos que intentaba abrir.

El escritor americano William Burroughs y su mujer estaban jugando a ser Guillermo Tell. Jugaban en serio: con una manzana en la cabeza de la esposa, Joan, con la excepción de que Burroughs prefería un Colt 45 al arco y la flecha porque era un excelente tirador. Bueno... al menos lo solía ser. Las consecuencias: para uno prisión por homicidio involuntario, para la otra muerte por hemorragia cerebral.

El Papa Adriano IV, que falleció atragantado por una mosca que le entró por mal sitio

Alejandro Magno fue más listo y supo elegir bien su muerte, producida por unas fiebres contraídas en el trascurso de una orgía que duró dos días.

La Zarina Catalina II La Grande murió a causa de un cólico que la pilló, qué putada, sentada en el retrete. Lo mismo le pasó a Fernando VI en 1759.

Para matar a Rasputín hicieron falta varios pasteles y vino cargados de cianuro, un tiro en el pecho y varios golpes en la cabeza con un bastón de plomo. Más tarde lo arrojaron a las gélidas aguas del río Neva dónde murió ahogado. Según parece Rasputín tenía un miembro muy considerable así que lo cortaron para exponerlo públicamente en París.

El famoso destilador de whiskey Jack Daniel decidió ir a trabajar temprano un día de 1911. Intentó abrir el seguro (ndt: de la caja fuerte o puerta, imagino), pero no recordaba la combinación. Cabreado, Daniel pegó una patada al seguro y se dañó un dedo del pie, el cual se infectó posteriormente y le condujo a la muerte.

En 1911, Bobby Leach, quien fue uno de los pocos intrépidos que lograron sobrevivir a la aventura suicida de lanzarse en un barril a las cataratas del Niágara, murió después de resbalarse en la calle al pisar una cáscara de naranja. La caída le produjo una ruptura tan seria en la pierna, que los médicos decidieron amputarla, con tan mala suerte que la cirugía se complicó y Leach murió.

Otro ejemplo ocurrió el año pasado, cuando el mundo lloró al australiano Steve Irwin, 'el cazador de cocodrilos', un personaje famoso por pasearse delante de las fauces o ponzoñosas de los animales más peligrosos y venenosos del mundo sin inmutarse. Murió atravesado por el aguijón de una raya, mientras nadaba junto a una en los arrecifes australianos. Allí, las rayas sólo habían matado a tres personas desde 1945 y son consideradas unos animales normalmente inofensivos.

Otro australiano, Michael Hutchins, quien era el líder de la reconocida banda Inxs, murió de forma muy diferente, pero igual de sorprendente. En 1997, cuando apareció ahorcado y desnudo en una habitación de hotel en Sydney, se dijo que el cantante se había suicidado por culpa de una depresión. Después, su novia afirmó que Hutchins estaba experimentando con ahorcarse mientras se masturbaba, para así obtener mucho más placer. Esta es una práctica común de los sadomasoquistas, que evidentemente el artista no dominaba muy bien.


Ahora vamos con algunas de personajes anónimos:

Un día, en una autopista, iban dos coche en direcciones contrárias y se cruzaron, pasados diez metros, ambos coches se paran. Los individuos del coche, estaban muertos. La polícía, no encontraba el motivo, hasta que hablaron con la familia de uno de los fallecidos, que alegó que al sujeto fallecido, le encantaba conducir con la cabeza sacada por la ventanilla. Luego cuando fueron a hablar con la familia del otro sujeto, esta alegó que al sujeto fallecido le encantaba conducir con la cabeza sacada por la ventanilla. Motivo de la muerte: "Choque de cabezas".

Otro día, un chaval, se tiró de una azotea, cayó al suelo y la causa de la muerte, no fue la caida, si no un disparo. La policía, se puso a investigar, y descubrieron, que el padre de la víctima, cada vez que se enfadaba cogía la escopeta descargada, encañonaba a su esposa y hacía que disparaba. Finalmente, descubrieron que el chaval, tras varios días de depresión, cargo la escopeta del padre, esperaron a que se peleasen para subir a la azotea y tirarse. Justo cuando pasaba por la ventana donde su padre encañonaba la escopeta y disparaba a la madre que se apartó, saliendo el tiro por la ventana y este colisionando con el chaval.

Un hombre que para mostrarle a otro la consistencia de los cristales de sus ventanales en un rascacielos golpeaba con fuerza a éstos... ya doy por hecho que imáginais lo que pasó.

En 1987,un paracaidista experimentado saltó al vacío, pero olvidó un pequeño detalle: ponerse el paracaídas. Según se supo después, el hombre, con más de 800 saltos en su haber, estaba grabando una lección privada con una cámara que había puesto en su casco. Parece ser que el hombre se dejó llevar por la emoción del momento y, como afirmó un vocero de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos, confundió el equipo de grabación que cargaba en la espalda con el paracaídas.

Phillip, un hombre de 60 años que se encontraba en la clínica por un problema de la piel, murió por fumarse un cigarrillo. El hombre decidió fumar a hurtadillas en una salida de emergencia. Todo iba bien hasta cuando intentó apagar la colilla con la suela de su zapato, pero se le olvidó un pequeño detalle, para su tratamiento le embadurnaban todo el cuerpo con una crema hecha de parafina, un material altamente inflamable. Phillip se encendió en llamas y murió días después por las graves quemaduras.

En 2003, un ex militar de Cambodia que extorsionaba a traficantes de drogas, pensó que era una gran idea asustarlos con una granada de mano a la cual le quitaba el seguro para intimidarlos. Lo que no tuvo en cuenta una noche en que estaba embriagado es que no volver a ponerselo era un error fatal. Voló en pedazos cuando montaba su motocicleta, después de la transacción.

En Colombia, muchos incidentes ocurren, como el del borracho que se cayó en un charco de no más de 15 centímetros de profundidad y murió ahogado, o el de otro que confundió las botellas y se tomó un trago de varsol que estaba reenvasado.

Viendo lo cruel que puede llegar a ser la muerte, como se ríe de nosotros, solo puedo decir una cosa...ríete de ella lo que puedas porque tarde o temprano caerás en sus manos, y quizás de una forma estúpida...

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